Los comicios en Hurlingham se perfilan como uno de los duelos más disputados, con los ojos puestos en quién podrá conquistar el voto de un distrito clave que, en los últimos años, ha mostrado un carácter cambiante pero con tendencia a la polarización. La tensión crece, y las encuestas reflejan un escenario abierto, con el oficialismo intentando mantener el poder pero enfrentando una feroz competencia y la expectativa de que la sorpresa final esté más cerca que nunca.